Lo primero y más importante, tienes que hacer que ellos mismos participen de esta aventura que es decorar su propio cuarto, como elegir los colores, donde colocar sus juguetes... así conseguirás que sienta la habitación más suya y estén más cómodos en ella. Eso si mantén algún juguete, peluche o manta a la que le tengan especial cariño, esto hará que se sientan seguros.
Tenéis que intentar crear un lugar que estimule su imaginación, los detalles serán muy importantes para conseguirlo.
Procura no colocar televisiones, consolas... ya que, aparte de que ocupan mucho espacio, lo alejarán de la familia.



Pero obviamente no todo el mundo dispone de una habitación independiente para cada peque, por ello para los hermanos que comparten habitación y esta no es de gran tamaño, las literas son la solución perfecta, especialmente las de tipo tren, ya que te permiten tener muchísima zona de almacenaje, ya sean cajoneras o armarios.
Una solución que no ocupa y además decora son las baldas voladas cerca del cabecero, estas harán la función de mesillas de noche.
La gran ventaja de la literas es que si eliges las adecuadas, obtendrás gran lugar de almacenaje, como por ejemplo usando escalera con cajones o huecos para guardar cualquier cosa.


Una gran idea para fomentar la lectura desde bien pequeños, sería crear lugares especiales que les inviten a sentarse o tumbarse con un libro. Por ejemplo un banco bajo la ventana, una tipi-tent(o similar) o simplemente crear una esquina llena de cojines. La idea del banco es ideal ya que además de sofá servirá a la vez de almacenaje.




Como hemos dicho anteriormente las habitaciones infantiles deben tener bastantes lugares de almacenaje y no es solamente una cuestión de orden o estética, sino que si cada cosa está en su lugar permite que el niño se ubique mejor y adquiera puntos de referencia dentro de su propia habitación. Encontrar los juguetes (y devolverlos) a su lugar, les transmite seguridad y por supuesto les enseña a ser ordenados, para esto los muebles tienen que estar adaptados a su altura, de esta manera serán autónomos sin la necesidad de depender constantemente de los padres.

Los colores de una habitación infantil deben ser cálidos, de esta manera conseguiremos un lugar tranquilo y en el que nuestros peques se puedan relajar. Podemos darle pequeños toques de color con alfombras, guirnaldas, stickers en las paredes o colocando algún mural en una de las paredes, si son murales didácticos como mapas, números ... mucho mejor ya que estaremos estimulándolos indirectamente.


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