Buenos días!!
Hoy en el Blog hablamos sobre alacenas, algunas son muy útiles ya que tienen gran capacidad de almacenamiento, otras mantienen en orden la despensa, y también están las que son pequeños tesoros familiares.
Las primeras son las hechas a medida, se ajustan perfectamente al ancho de pared que se necesite, de manera que se aprovecha el espacio al mismo tiempo que visten el comedor.
Si tienes problemas de espacio, una alacena abierta con puertas retráctiles es la solución perfecta. Podrás cerrar sus puertas o dejarlas abiertas sin que molesten.
Si eres a los que le encantan lo rustico, en tu comedor no puede faltar una gran alacena de madera rústica presidiendo el comedor y así mantener en orden todo el menaje necesario para poner la mesa: tazas, platos, vasos, cuencos… Además suelen contar con un montón de cajones para tener a mano lo más importante.
Si eres más de ambientes sofisticados y te gusta mezclar entre lo clásico y lo moderno, una alacena labrada y pintada en colores claros, no solo guarda la vajilla, decora y es funcional, rompe con el estilo rústico de una mesa de madera y sillas tapizadas.
No limites su uso al almacenaje de utensilios de cocina o a un simple contenedor de platos. Las hay tan bonitas que apetece transformarlas, como por ejemplo una de madera rústica, que puede hacer de librería creando un rincón de lectura realmente confortable.
Y por supuesto siempre puedes darle otra vida a una vieja alacena heredada. Simplemente lacandola, cambiándole los pomos o hasta colocarle una tela de gallinero en los casetones.
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